¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!
"Si conseguimos que una sola generación crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad".
Fernando Fernán Gómez en 'La lengua de las mariposas' (José Luis Cuerda, 1999)
He de confesar que la entrada que hoy os traigo ha sido realizada desde el disfrute, pues mezcla mi pasión por la historia, el gusto por el cine y el análisis de un movimiento pedagógico que me gusta mucho. Por lo que he decidido que, el mejor plan para este lluvioso lunes (víspera del día de Todos los Santos) es enchufarse el pijama, hacerse con un buen cargamento de castañas asadas y ponerse una de mis películas favoritas.
Hoy vamos a hablar del proyecto pedagógico español conocido como la Institución Libre de Enseñanza. Y lo haremos analizando desde una mirada pedagógica la película "La lengua de las mariposas" (Spoiler: si no la has visto, ten a mano un paquete de pañuelos, al final sabrás porqué digo esto)..
La Institución Libre de Enseñanza se inspiró en el pensamiento filosófico del alemán Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832). Este, denominado “panenteísmo” se caracterizaba por su espíritu racionalista, liberal y tolerante. Una idea que buscaba la presencia divina en la naturaleza (con lo que podemos imaginar la gracia que le hacía a la Iglesia ultraconservadora de la época).
En España, estas ideas llegaron de la mano de Julián Sanz del Río, el cual había sido becado en 1843 para viajar a Heidelberg para estudiar las ideas que se daban en la gran potencia filosófica del momento (Hegel acababa de morir, pero en ese momento coincidían figuras tan destacadas como Schopenhauer, Marx o Feuerbach). De Alemania, Sanz del Río vino con la idea de implantar en España una enseñanza laica contrapuesta a la moral católica que, a su juicio, tan negativamente había influido en la educación nacional.
El krausismo español pone al ser humano en el centro, hace una férrea defensa de la libertad, del liberalismo político, del anticlericalismo, poniendo a la razón sobre la fe, y a la educación como pilar fundamental para alcanzar la perfección.
Este esfuerzo de Sanz del Río por regenerar el país a través de la educación daría su fruto tan solo unos años después de su muerte con la creación, en 1876, de la mencionada Institución Libre de Enseñanza, fundada por uno de sus discípulos, el andaluz Francisco Giner de los Ríos.
La ILE nace al calor de la lucha iniciada una década antes por la libertad de Cátedra (Noche de San Daniel), que había sido una de reivindicaciones centrales en las movilizaciones que hicieron caer a Isabel de Borbón en 1868.
Tras el Sexenio Democrático y con la Restauración borbónica, esta cuestión vuelve a enfrentar a conservadores y progresistas. En este contexto, el 26 de febrero de 1875 el Ministro de Fomento Manuel Orovio ordena a los rectores “que no se enseñe nada contrario al dogma católico ni a la sana moral, procurando que los profesores se atengan estrictamente a la explicación de las asignaturas que les están confiadas, sin extraviar el espíritu dócil de la juventud por sendas que conduzcan a funestos errores sociales”.
Esto significaba, de facto, la expulsión universitaria de todos los docentes krausistas (Salmerón, Gumersindo de Azcárate, Montero Ríos o Segismundo Moret, y el propio Giner de los Ríos que acabó recluido en el castillo de Santa Catalina de Cádiz).
Como ha pasado en muchas otras ocasiones cuando se recluye a alguien por cuestiones ideológicas, lejos de estar desmoralizándolo, se le está dando a esa persona tiempo para pensar y, al salir de su presidio gaditano, Giner comenzó a idear la creación de un centro de estudios universitarios donde se aplicaran las teorías pedagógicas modernas de espiritu krausista. Había nacido la Institución Libre de Enseñanza.
Es en este punto en el que quiero aprovechar para volver al tema principal de esta entrada, la película "La lengua de las mariposas".
Esta obra se inspira en tres cuentos escritos por Manuel Rivas: La lengua de las mariposas, Un saxo en la niebla y Carmiña, los cuales, conforman una colección de relatos gallegos titulados Que me queres, amor?. Cuenta la historia de una amistad entre Moncho, un niño que se reincorpora a la escuela tras una larga enfermedad, y D. Gregorio, un maestro-escuela rural de ideales laicos y republicanos que aplica la pedagogía de la que hemos hablado anteriormente.
La primera de las características de la ILE que se refleja en la película es el rol maestro-alumno. Para las/os maestras/os de esta institución la reforma pedagógica pasaba por el cambio de rol entre educador y educando, rompiendo los límites jerárquicos y autoritarios de la enseñanza tradicional, para crear un modelo maestro-discípulo que hiciera de la o el docente un guía en el camino formativo del alumno.
En la película, D. Gregorio se muestra desde el principio dispuesto a ganarse la amistad y confianza de Moncho haciéndole ver que él no era como los demás maestros de su época que (bajo el lema de "la letra, con sangre entra") ejercían la violencia física contra el alumnado.
Una vez ganada la confianza de Moncho, vemos otra característica de la ILE en la intención de "despertar el interés de sus alumnos hacia una amplia cultura general" para crear "personas capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades".
En un momento de la película, Moncho queda asombrado escuchando a D. Gregorio hablar sobre las maravillas desconocidas que guarda la naturaleza. Aquí, el niño está recibiendo tal cantidad de información nueva e interesante que le hace sentirse embelesado por el conocimiento transmitido por el maestro, lo que le lleva a despertar sus ansias de aprender.
Esta escena, nos anuncia otra de las particularidades del modelo pedagógico de la ILE que es la importancia de traspasar los límites del aula para desarrollar el aprendizaje. Y es que "las excursiones escolares, elemento esencial del proceso intuitivo, forman una de las características de la Institución desde su origen."
Este conocimiento directo y científico será uno de los principales elementos de triunfo de esta experiencia pedagógica. Por medio de estas excursiones, el alumnado hacía una observación del medio natural próximo, y aprendía de Geografía, Geología, Botánica y Zoología en el propio contexto.
Además, esta corriente pretende aplicar el método socrático para que el alumnado llegue por sus propios medios al conocimiento. Algo que queda retratado de forma brillante en la conversación que Moncho y D. Gregorio guardan sobre la existencia del Infierno. Ya que, el joven intenta hacerse una idea la veracidad o no de este lugar, y el maestro va guiándolo por medio de preguntas hacia este fin.
Y finalmente, la característica más fundamental de todas las que conformaron la ILE es la búqueda de la libertad, y en este sentido, del pensamiento laico como vía al desarrollo completo del ser humano.
Cuando el cura acusa a D. Gregorio de "desviar" del camino de la religión a Moncho está reflejando el odio que siempre guardó la Iglesia contra este movimiento pedagógico, al que acusaba de hereje y ateo, en realidad, lo que pasaba era que la ideología librepensadora les estaba quitando el privilegio que llevaban ejerciendo durante siglos sobre la conciencia de las personas.
El "libertas virorum fortium pectora acuit", no lo olvidaría la Iglesia facilmente pues, tras el golpe de Estado fascista de julio de 1936, la represión desatada contra el magisterio republicano fue tremendo, signo del peligro que tenía para el dogma, la libertad.
Por último, me gustaría homenajear a todos aquellos don Gregorios (y doñas Gregorias, que también las hubo), que se dejaron incluso la vida por que una sola generación creciera libre en España, para que jamás les pudieran arrancar la libertad.
Elegía a Francisco Giner de los Ríos
Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: “Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja”.
¿Murió?... Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: “Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan;
lleva quien deja y vive el que ha vivido”.
¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!
Y hacia otra luz más pura
partió el hermano de la luz del alba,
del sol de los talleres,
el viejo alegre de la vida santa.
...¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas...
Antonio Machado (1915)
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