¿Cuanto vales?
He querido ilustrar esta entrada con un corte de la magnífica serie catalana Merlí (que supongo que muchos y muchas conoceréis y, si no es así, estáis tardando en verla) porque, aunque parezca demasiado ideal el hecho de encontrarse a algún/a profesor/a como el protagonista de esta ficción, por experiencia sé que existen.
En esta entrada vamos a hablar de las/os tutoras/es.
Antes de nada, he de confesar que me ha tenido que ayudar un amigo a recordar si, en nuestra época de estudiantes de secundaria, teníamos alguna hora dedicada a la tutoría. Resulta que sí, que él cree recordar (aunque no pone la mano en el fuego) que teníamos una hora a la semana de la misma.
¿A qué se puede deber esto?, me explico. ¿Cómo es posible que, habiendo tenido una hora semanal de tutoría durante cuatro años no seamos capaces de recordarlo?. Yo iría más allá, a parte de una profesora (con la que sigo manteniendo el contacto), no recuerdo a ningún/a tutor/a más de ese periodo.
La respuesta es simple, en mi época, la hora de tutoría no tenía ningún valor (de hecho, me cuesta llamarlo asignatura).
Como no sé el estado actual de este tema (y tengo la suerte de contar con tantas/os docentes a mi alrededor), he preguntado. Y me han comentado que, en las ocasiones que les ha tocado ser tutor/a de algún grupo, siguen un Plan de Acción Tutorial, elaborado por el Departamento de Orientación, el cual propone una planificación para trabajar aspectos pedagógicos, de sensibilización y valores (sobre todo ligado a fechas concretas como el 25N, 8M, 1 de Mayo...), conflictos concretos, etc. Esto significa que el panorama es distinto a mi época estudiantil, ya que existe un proyecto para aprovechar esta asignatura con vistas a que no sea una "hora libre".
Creo que, aún así, la figura del tutor o la tutora es fundamental para conseguir el éxito y la valoración de esta materia. ¿Cómo sería mi tutor/a ideal? Es una buena pregunta.
La primera carácteristica que debería tener este/a tutor/a es tener la capacidad de ponerse a la misma altura que el alumnado pero dejando clara la diferencia con el o la colega. Esto es dificil de conseguir, pues el principio de autoridad tiende a disiparse en los casos en los que el/la docente intenta acercarse al alumnado de este modo.
Después, un/a tutor/a ideal debe saber motivar a sus alumnos/as para que, entre todas/os logren crear un ambiente de grupo seguro en el que desarrollarse plenamente. Esto, solo puede conseguirse desde la escucha activa del alumnado, lo que genera la confianza y armonía necesaria para evitar en lo posible conflictos y, en el caso de que estos sean inevitables, poder resolverlos de manera pacífica y enriquecedora.
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