Los Alcalá Galiano: la experiencia de una comunidad de aprendizaje en la Subbética cordobesa
El colegio en el que yo estuve durante los dos últimos años de Educación Primaria era un colegio típico de un pueblo andaluz. Construidas en el año 1967, las escuelas que acogían el CEIP “Los Alcalá Galiano” estaban hechos de ladrillos macizos amarillentos, color que hacía juego con los viejos armarios setenteros de imitación cutre de madera que todas/os tenemos conocemos de casas de nuestras abuelas.
El otro color predominante era el verde, verdes eran las mesas, verdes las pizarras, verdes eran hasta las tuberías de los calefactores en los que metíamos nuestros bocadillos para tenerlos calientes a la hora del recreo. Los maestros y maestras también eran los típicos de un pueblo andaluz. Muchos/as eran naturales del pueblo, otros/as habían acabado asentándose en él tras conocer a algún o alguna menciana.
Hoy en día, todo esto es parte del recuerdo de los que estuvimos en aquel colegio. En la década del 2000 los edificios fueron derribados y se construyeron nuevas instalaciones con un aire mucho más moderno y adaptado a los nuevos tiempos.
Pero no solo la estructura es la que ha cambiado, la forma de dar clase también lo ha hecho.
En el año 2018, decidieron adherirse a la red andaluza de Comunidades de Aprendizaje. La iniciativa surgió como propuesta del CEP de la zona (Montilla-Priego) con el fin de mejorar la calidad educativa y la experiencia de aprendizaje del alumnado menciano.
Una experiencia novedosa (para el colegio menciano) que requería un cambio organizativo profundo en la tarea docente del centro, así como un proceso de formación de las maestras y maestros.
Esta iniciativa se acogía en la orden del 8 de junio de 2012 de la Junta de Andalucía, que definía las Comunidades de Aprendizaje como un "de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno, encaminado a la mejora de los resultados escolares y de la convivencia, y a lograr el éxito educativo de todo su alumnado".
Para ello, se deben asumir los siguientes compromisos:
- Formación previa sobre los contenidos y desarrollo de la propuesta.
- Recogida de las propuestas de transformación aportadas por todos los sectores participantes y concreción de prioridades.
- Aceptación del inicio del proyecto por los diferentes sectores implicados.
- Constitución de comisiones mixtas de trabajo compuestas por miembros de los diferentes sectores de la comunidad educativa para la puesta en marcha, gestión y desarrollo del proyecto.
- Realizar procesos de evaluación y propuestas de mejoras.
- El proyecto de «Comunidad de Aprendizaje» deberá recoger, al menos, los siguientes aspectos:
- Descripción de las características de la comunidad social o entorno en el que se desarrollará el
proyecto. - Análisis de los factores y ámbitos prioritarios de intervención socio-educativa para el desarrollo del currículum.
- Objetivos que se pretenden alcanzar.
- Calendario de puesta en marcha de las fases que se contemplen en el proyecto.
- Desarrollo de las actuaciones para cada uno de los ámbitos de actuación.
- Organización del centro para el desarrollo de las actuaciones descritas en el proyecto.
- Medidas, estrategias y contenido de la formación necesaria para el desarrollo del proyecto.
- Características de la intervención de las diferentes entidades y personas del entorno comprometidas con el proyecto, las cuales establecerán con el centro un compromiso de participación. el proyecto podrá contemplar la posibilidad de futuras incorporaciones al mismo por parte de otras entidades colaboradoras.
- Establecimiento de indicadores específicos que junto a los indicadores homologados establecidos
por la Agencia Andaluza de evaluación educativa para el correspondiente tipo de centro, permitan la evaluación del proyecto.
La idea tenía como objetivo implicar tanto al mundo educativo como a familias y población menciana en el desarrollo educativo de sus niñas/os. De este modo, el proceso educativo sobre pasaba los límites del aula e influía en la formación de madres y padres, logrando enriquecer la experiencia de toda la comunidad.
Esta idea no partía de cero, pues tras la renovación del equipo directivo del colegio ya habían introducido nuevas metodologías educativas como la utilización del método ABN para el aprendizaje de cálculo matemático, o las Tertulias literarias para el lingüístico.
Posteriormente, el centro ganó el I Premio en el VIII Concurso de Buenas Prácticas Educativas "Mejora tu Escuela Pública" por su proyecto A través de los ojos de un niño, en el que se daba el protagonismo del proceso educativo al alumnado, pero también a madres/padres, asociaciones, etc.
Desgraciadamente, la pandemia del COVID unida a la gran cantidad de trabajo e implicación que requiere este modelo han frustrado el desarrollo de experiencia, pues el año pasado el Consejo Escolar del centro decidió abandonar la red de Comunidades de Aprendizaje para pasar a un modelo más cercano a la pedagogía tradicional. Y es que, aunque este método es bastante beneficioso para mejorar la experiencia educativa, supone también un gran esfuerzo por parte de la y el docente desde el punto de vista organizativo y formativo.
Algo que, por desgracia, no está lo suficientemente valorado en nuestro modelo educativo. Como se dice en mi tierra "no está pagao".
Una pena que se abandonara la iniciativa, el dichoso COVID ha influido en todo, al menos sirvió como ejemplo de que las familias se implican en este tipo de prácticas, como suele decirse, de todo se aprende...
ResponderEliminarSaludos