A propósito del "homeschooling"
Lessons. Helen Allingham |
A estas alturas, nadie puede negar que la crisis provocada por el Coronavirus ha cambiado el panorama mundial. La educación no ha sido una excepción en esto. El confinamiento, las medidas anticontagio posteriores en plena aula y los focos de transmisión del virus en pleno centro escolar ha traído como consecuencia que muchos padres se replanteen la escolarización de sus hijos y opten por educarlos desde sus propios hogares.
El “Homeschooling” (término con el que se ha definido a esta práctica), es una alternativa a la escuela tradicional institucionalizada. Esta se basa en la libertad tanto de contenidos, como de métodos y horarios, y es llevada a cabo por los padres (aunque, mayoritariamente, se deja a la madre esta tarea).
Antes de continuar con el tema, he de confesar que parto de una visión negativa de este sistema que la búsqueda de otros puntos de vista favorables al homeschooling apenas han logrado cambiar.
Si bien es cierto que esta alternativa tiene ventajas como la flexibilidad en horarios, métodos y contenidos, pues las/os alumnas/os (las/os hijas/os) eligen el qué estudiar y cuando, y las/os docentes (padres o madres) cómo enseñar, o la falta de exposición del niño o la niña a elementos negativos como el estrés o el acoso escolar, existen varios peligros en este tipo de educación que considero más significativos que estos.
Por un lado, esta práctica exige una dedicación completa de los padres en la educación de sus hijas/os y, especialmente, de las madres (pues el modelo patriarcal asigna a las mujeres el rol del cuidado y, en este caso, de la educación). Es, por tanto, una alternativa vetada a aquellas familias que no tengan la posibilidad de mantenerse sin el trabajo alguno de sus miembros (con el componente clasista que eso conlleva y que, de una manera u otra, se inculca al alumnado), por lo que ayuda a perpetuar un sistema que diferencia a privilegiadas/os de no privilegiadas/os. Ante esto, la educación pública es la principal garantía de igualdad.
Por otro lado, este modelo adolece de un componente clave en la educación de las/os niñas/os como es la posibilidad de socialización y de contacto entre iguales. Si bien, desde las posturas favorables al homeschooling consideran que sí existe una socialización desde la educación en casa (sobre todo con adultos), el problema es que la misma no se da entre personas de las mismas edades, por lo que existe el riesgo de que la niña o el niño carezca posteriormente de una serie de herramientas sociales fundamentales para manejarse en una realidad diferente a la aprendida.
Y, finalmente, otro aspecto que me parece peligroso de este modelo es que, al estar el o la alumna limitada en esta socialización, no tiene acceso a una pluralidad en los puntos de vista de los/as demás. Algo que se puede agravar si el contenido dado por sus educadores/as carece de subjetividad.
Esto lo digo por una noticia que encontré al informarme sobre el tema. Y es que, la organización ultraderechista HázteOir había comenzado una recogida de firmas con el propósito de regularizar y legalizar el homeschooling. El hecho de que este grupo tenga interés en fomentar el modelo de educación en casa, me lleva a pensar en que, quizás, tras el componente clasista del que ya he hablado más arriba, exista un peligro de transmitir valores poco democráticos (por ser suave) establecidos en la familia y que sean perpetuados gracias al homeschooling.
En mi opinión, la educación pública es fundamental para lograr una educación democrática e igualitaria, y aunque no se puede negar el papel de reproducción ideológica del sistema en el que está inserta, no creo que la alternativa pase por este modelo, sino por la búsqueda de sistemas que permitan completar en el hogar la formación recibida en el aula.
¡Hola, Cristóbal!
ResponderEliminarNo sabía que HazteOír quería legalizarlo y, tal y como dices, el hecho de que la ultraderecha se haya posicionado a favor, dice bastante sobre los peligros que puede conllevar este tipo de educación.
Un saludo!
Vaya, yo venía a rebatirte y el tema de Hazte Oír me ha dejado planchada. En todo caso venía a decir que la mayoría de los padres que optan por el homeschooling (los que yo conozco, que no son fachas xD) lo hacen por una discrepancia con la metodología de la escuela clásica. Quiero decir, que si avanzamos en la modernización de la escuela pública hacia un modelo más participativo, de educación por proyectos y con menos clases regladas de silla y pizarra, quizás habría menos padres que opten por el homeschooling. Porque en eso estamos de acuerdo, es algo que no todas las familias pueden permitirse, al igual que las escuelas de pedagogías alternativas (Montessori, Waldorf, etc)
ResponderEliminarY eso te digo, que mucho miedo me da lo de Hazte Oír.